domingo, 7 de diciembre de 2014

La evaluación

Séptima sesión de Didáctica, en la que se trató un tema que seguramente nos traerá más de un quebradero de cabeza a los futuros docentes: la evaluación. Es probable que nos surjan dudas, sobre todo al principio, sobre cómo debemos evaluar a los alumnos, especialmente cuando se les examina sobre un tema más subjetivo. Está claro que si los evaluamos mediante un test, no nos encontraremos con demasiadas dificultades; sólo hay una respuesta correcta. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando tenemos que evaluar una redacción en la que se haga un comentario crítico sobre un tema determinado? Ahí ya surgen las dudas. Por eso debemos plantearnos y analizar cuál sería el tipo de evaluación adecuado en cada caso, además de sus características.


En esta última sesión con Carlos como profesor, nos habló de tres aspectos que debemos conocer y considerar con respecto a la evaluación: los tipos, los criterios y las herramientas.

Los tipos de evaluación se pueden determinar, en primer lugar, en relación a la persona que evalúa. Según esta consideración, nos encontramos ante 3 tipos:

Autoevaluación, en la que el estudiante se evalúa a sí mismo. Como estudiantes, muchas veces teníamos dudas sobre qué nota ponernos; al fin y al cabo, la idea es que fuéramos realistas y sinceros con nosotros mismos. Gracias a este tipo de evaluación, el profesor puede determinar, con la ayuda del alumno, qué aspectos debe mejorar y qué competencias tiene menos desarrolladas (para, como cabe esperar, mejorarlas también). Y, además de los aspectos puramente académicos, trata de hacer a los alumnos conscientes de la necesidad de ser crítico con uno mismo.
Co-evaluación, en la que los estudiantes se evalúan entre ellos. Es necesario que el profesor especifique los criterios que se deben seguir para evaluar. Imaginemos que no lo hiciera. Los alumnos tendrían multitud de dudas sobre en qué basarse para evaluar a sus compañeros (si ya el profesor tiene dudas en algunas ocasiones para evaluar, ¿cuántas dudas tendrán los alumnos, que no han recibido ninguna formación para ello?). Y, por tanto, los resultados no serían válidos al no utilizarse los mismos métodos para evaluar a todos. Al igual que en caso de la autoevaluación, también se fomenta el pensamiento crítico, algo que los alumnos deben aprender a desarrollar como parte de su formación. ¿Y la parte mala? Nos arriesgamos a que aparezca la tendencia a hacerle un favor a un compañero e "inflar" su nota un poco. Parte de la importancia de este tipo de evaluación es enseñarles a ser honestos, no sólo consigo mismos, sino también con el entorno del aula.
Heteroevaluación, en la que el profesor evalúa a los alumnos. Este sería el tipo de evaluación más clásico y habitual, para el que el profesor debe preparar los criterios y métodos que utilizará para evaluar. No se trata de corregir exámenes sin más, decidiendo sobre la marcha qué nota merece cada alumno según su examen. Es fundamental que haya una planificación previa, algo que facilitará el trabajo del profesor a la hora de evaluar (no sólo los exámenes, sino todo el proceso llevado a cabo durante el curso).

En segundo lugar, podemos dividir los tipos de evaluación según el momento en que se evalúa:

La evaluación inicial se lleva a cabo al principio del curso, para que el profesor pueda determinar el nivel de los alumnos y las posibles dificultades que pueda tener cada uno. En mi opinión, uno de los aspectos más relevantes de este tipo de evaluación es el hecho de que hacer un examen podría suponer agobio para los alumnos.
La evaluación formativa se realiza a lo largo del aprendizaje de cada curso, para hacer una comprobación del rendimiento y el progreso de los alumnos. De esta forma se pueden detectar dificultades en los alumnos para solucionarlas y obtener resultados positivos a final de curso.
La evaluación sumativa verifica la adquisición de las competencias y el aprendizaje, que los alumnos han estado trabajando a lo largo del curso.

También se han comentado otros tipos de evaluación en relación a otros aspectos, que os expongo brevemente:

Según lo que se evalúa, encontramos un contraste entre la evaluación de saberes, que comprueba si se han asimilado los contenidos, y la evaluación de capacidades, que verifica qué puede hacer el alumno y la forma en que lo hace.
Según la relación con los demás alumnos del grupo, la evaluación puede ser normativa, que compara a un alumno con los demás, o de criterios, en la que se evalúa a un estudiante de forma individual.
Según el juicio de quien evalúa, podemos encontrar la evaluación subjetiva, que se basa en el juicio del profesor ante lo demostrado por el alumno, y la objetiva, en la que se utiliza un método en el sólo hay una respuesta correcta (recordemos el ejemplo del test que he comentado al principio).

Pasamos a hablar de los criterios de evaluación, que permiten al profesor diferenciar una serie de aspectos a evaluar, para hacer el trabajo más organizado y sencillo. Para hablar de criterios, se han expuesto ejemplos que encontraríamos en el uso de las distintas destrezas relativas a los idiomas. En listening y reading podríamos tener en cuenta criterios como la comprensión de información determinada, el vocabulario utilizado o la comprensión de referencias culturales. En las actividades de speaking se puede tener en cuenta la pronunciación, la variedad léxica, el lenguaje no verbal, la información aportada y la coherencia. Y con respecto al writing, se podría valorar el uso correcto de la gramática, la presentación ordenada o la ortografía.


Finalmente, el último de los tres aspectos principales en la evaluación es el relativo a las herramientas utilizadas. De nuevo, se plantean diferentes métodos y herramientas para evaluar las destrezas en los idiomas. Para las actividades de listening y reading son útiles los ejercicios de completar tablas con la información recibida o responder a preguntas con información de diferente tipo. Con respecto al speaking y al writing se destacaron tres herramientas principales. La primera de ellas es la hoja de control, en la que se establecen los criterios en los que se basa la evaluación con respecto a cada destreza. La segunda es la rúbrica, en la que los criterios se sitúan en una tabla, complementándola con una serie de pasos o puntuaciones que correspondan a una realización determinada de la actividad. Por ejemplo: una mala pronunciación obtendrá un 1 en este apartado, pero un uso de léxico variado y adecuado obtendrá un 4 en este apartado. El tercer tipo de herramienta es la hoja de observación, que sigue la misma línea que la hoja de control, aunque en este caso la evaluación es más subjetiva (se puede evaluar mediante las calificaciones "bueno", "regular" y "malo").


And that's it. Creo que estudiar los aspectos presentes en la evaluación me ha aclarado algunas dudas que tenía sobre este tema, además de ayudarme a organizar ideas sobre las herramientas y los criterios que se deben utilizar.


Thank you for reading! :)

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