Hi again!
A punto de empezar las vacaciones de Navidad, es el momento de hablar sobre la novena sesión de Didáctica. Después de trabajar las destrezas de comprensión escrita y oral, llegó el turno de hablar de la expresión oral o, como se le llama con más frecuencia, el speaking. Quizás la destreza más temida en general. Cuando hacemos un examen, por muy nerviosos que estemos, solemos aferrarnos a esa idea de que somos nosotros y el examen. No hay nadie de por medio que pueda ponernos todavía más nerviosos (even more?). En el writing escribes sin influencias externas; en el listening intentas prestar toda tu atención a lo que oyes; y en el reading tratas de entender lo que lees. Sin embargo, el speaking supone un trato constante con la persona que te está evaluando y, en algunas ocasiones, también hay interacción además de expresión individual. Siempre aparece el miedo a no ser capaz de hablar sobre el tema que establezca quien nos examina, de no ser capaz de hablar con fluidez o de no entender lo que diga la persona con la que estemos interactuando.
Está claro que la práctica es uno de los factores más importantes dentro de la expresión oral. Y esa práctica constante debe estar presente en las sesiones de la asignatura de Inglés. El simple hecho de intentar desarrollar la asignatura en inglés ayuda considerablemente a que los alumnos se habitúen a expresarse y desarrollar actividades en esa lengua. Creo que es una tendencia que, al menos en mis años como estudiante de ESO y Bachillerato, no está tan presente en el aula como debería. Así que, como futuros docentes, debemos intentar aplicar esa ventaja que supone la práctica en el futuro.
La sesión con Luz empezó, as usual, con una warm up activity. Consistía en lo siguiente: todos debíamos ponernos de pie en el centro del aula. A continuación, la profesora propone dos opciones, de las que cada persona debía escoger una. El primer ejemplo fue tea or coffee. Quienes escogieran tea debían ir a la izquierda y quienes escogieran coffee debían ir a la derecha. Una vez hecho esto, en cada lado se formaban parejas para hablar de por qué se escogió una opción u otra. La idea es que los alumnos traten de expresarse, alternando siempre las parejas para no hablar siempre con la misma persona. Otro de los aspectos positivos de esta actividad es que la variedad de opciones para plantear es inmensa, por lo que el profesor puede jugar con este factor para hacer la actividad productiva a la vez que divertida.
A continuación, pasamos a hablar sobre las diferentes actividades respecto a la expresión oral. En primer lugar, estarían las actividades de expresión, en las que el alumno debe transmitir una información de forma fluida, como sería el caso de una presentación. En segundo lugar, nos encontramos con las actividades de interacción, caracterizada por la intervención de dos o más personas, como en el caso de una conversación. En este segundo tipo, es importante prestar atención a lo que dice la otra persona, además de hablar de forma fluida y adecuada. En tercer lugar, se encuentran las actividades de mediación, que consisten en la transmisión de una información obtenida anteriormente. Un ejemplo sería contarle a alguien de qué se habla en una grabación escuchada previamente.
Me gustaría destacar dos aspectos importantes acerca de las actividades de expresión oral. El primero consiste en la necesidad de crear un contexto y apoyarse en todos los elementos posibles que puedan resultar útiles para la actividad. El uso de imágenes, vídeos y (let's not forget) lenguaje corporal permite que la comunicación fluya de una forma más productiva y completa. En cuanto al segundo factor, me ha parecido fundamental recordar la importancia de la motivación. La extrínseca, aquella que se crea en el alumno debido a un factor externo, puede estar presente y no tiene por qué ser negativa (si te sale bien el ejercicio, no tendrás deberes para el próximo día). Pero, ¿qué ocurre con la motivación intrínseca? Es necesario que esté presente en las actividades de expresión oral, ya que si en el alumno aparece el interés y la curiosidad por los temas tratados y, además, por la actividad en sí misma, el aprendizaje se verá, en mi opinión, potenciado enormemente. Este aspecto está, en parte, relacionado con el concepto MINIMAX, aprendido en esta sesión. La idea que muestra este concepto es que un mínimo trabajo de preparación (que no significa una ausencia de preparación de la clase, ¡no nos confundamos!) combinado con el máximo rendimiento posible favorece el éxito en las actividades de speaking. Se pretende que la explicación de las actividades no requiera demasiado tiempo, para centrar la atención en el desarrollo de la actividad. Dicho de otra forma, debemos aprovechar el tiempo al máximo, sin olvidar prestar la atención necesaria a las explicaciones y las posibles dudas de los alumnos.
Estas actividades pueden potenciarse gracias a tres elementos:
La personalización permite que los alumnos se motiven con la actividad. Si les preguntamos cosas como cuál es su animal favorito o dónde le gusta pasar las vacaciones, se sentirán más participativos, ya que el tema les interesa.
La imaginación es siempre un elemento positivo para un profesor. Por ejemplo, como nos explicó Luz, una buena forma de explicar los verbos irregulares en inglés y, muy importante, ayudarles a aprendérselos, es utilizarlos en una historia que atraiga la atención de los alumnos. Se puede dar énfasis al uso de los verbos en pasado mientras se cuenta la historia, para que los aprendan de una forma más amena.
La memoria también juega un papel importante. Aunque a veces nos dé rabia, hay cosas que no nos queda más remedio que memorizar. Al combinar este elemento con los dos anteriores, el aprendizaje es, sin duda, más llevadero y, por qué no, divertido para los alumnos.
Las actividades que permiten practicar el speaking son tantas como al profesor se le puedan ocurrir. Un brainstorming o tormenta de ideas ayuda a introducir un tema de forma que los alumnos se vean animados a participar, ya que es importante anotar todas las propuestas que hagan los alumnos. Los temas del brainstorming son infinitos y se trata de una actividad que siempre funciona. Otra actividad divertida y que fomente la creatividad consiste en preguntar qué tiene de especial ese objeto. Entre todos, hacen diez preguntas al profesor para que éste conteste y, finalmente, deben adivinar qué característica hace especial a ese objeto. El material visual también puede complementar la actividad. Por ejemplo, se les muestra una imagen o un vídeo para que los alumnos traten de averiguar qué ocurre en esa situación de la imagen o el vídeo. Otra idea puede ser hacer un picture dictation, que consistiría en, por parejas, describirle una imagen al compañero para que éste trate de representarla en un dibujo. Las descripciones o la enumeración de usos alternativos de un objeto determinado también pueden suponer actividades divertidas para los alumnos. La sencillez no es un factor negativo; al contrario, al usar la imaginación se puede hacer una explotación de los recursos que derive en un aprendizaje mayor.
Al final de la sesión, Luz nos propuso una serie de actividades para realizar en grupo. Una de ellas consistía en tratar de adivinar la historia de una fotografía que nos daba la profesora, a partir de la situación que se mostraba. Y con esta actividad tuve claro que nada es lo que parece y, sobre todo, que cualquier detalle de la imagen puede dar la clave para adivinar la historia. Otra actividad consistía en, a partir de varias preguntas escritas en tarjetas, hablar sobre el entorno escolar, los viajes, la ropa, la comida, etc. En la última actividad se utilizaban parejas de tarjetas con dibujos, los cuales eran parecidos pero con algunas diferencias. Había que enumerar tantas similitudes y diferencias como pudiéramos apreciar y, a continuación, decir para qué se usaría cada objeto.
Como se puede ver, todas las actividades de speaking fomentan la imaginación, la creatividad y el esfuerzo por comunicarse. En un examen es una destreza, en muchas ocasiones, temida. Sin embargo, en el aula, si se preparan las actividades un mínimo y si el ambiente es participativo, la diversión y el aprendizaje están asegurados.
Thanks for reading and happy Christmas! :)
Estas actividades pueden potenciarse gracias a tres elementos:
La personalización permite que los alumnos se motiven con la actividad. Si les preguntamos cosas como cuál es su animal favorito o dónde le gusta pasar las vacaciones, se sentirán más participativos, ya que el tema les interesa.
La imaginación es siempre un elemento positivo para un profesor. Por ejemplo, como nos explicó Luz, una buena forma de explicar los verbos irregulares en inglés y, muy importante, ayudarles a aprendérselos, es utilizarlos en una historia que atraiga la atención de los alumnos. Se puede dar énfasis al uso de los verbos en pasado mientras se cuenta la historia, para que los aprendan de una forma más amena.
La memoria también juega un papel importante. Aunque a veces nos dé rabia, hay cosas que no nos queda más remedio que memorizar. Al combinar este elemento con los dos anteriores, el aprendizaje es, sin duda, más llevadero y, por qué no, divertido para los alumnos.
Las actividades que permiten practicar el speaking son tantas como al profesor se le puedan ocurrir. Un brainstorming o tormenta de ideas ayuda a introducir un tema de forma que los alumnos se vean animados a participar, ya que es importante anotar todas las propuestas que hagan los alumnos. Los temas del brainstorming son infinitos y se trata de una actividad que siempre funciona. Otra actividad divertida y que fomente la creatividad consiste en preguntar qué tiene de especial ese objeto. Entre todos, hacen diez preguntas al profesor para que éste conteste y, finalmente, deben adivinar qué característica hace especial a ese objeto. El material visual también puede complementar la actividad. Por ejemplo, se les muestra una imagen o un vídeo para que los alumnos traten de averiguar qué ocurre en esa situación de la imagen o el vídeo. Otra idea puede ser hacer un picture dictation, que consistiría en, por parejas, describirle una imagen al compañero para que éste trate de representarla en un dibujo. Las descripciones o la enumeración de usos alternativos de un objeto determinado también pueden suponer actividades divertidas para los alumnos. La sencillez no es un factor negativo; al contrario, al usar la imaginación se puede hacer una explotación de los recursos que derive en un aprendizaje mayor.
Al final de la sesión, Luz nos propuso una serie de actividades para realizar en grupo. Una de ellas consistía en tratar de adivinar la historia de una fotografía que nos daba la profesora, a partir de la situación que se mostraba. Y con esta actividad tuve claro que nada es lo que parece y, sobre todo, que cualquier detalle de la imagen puede dar la clave para adivinar la historia. Otra actividad consistía en, a partir de varias preguntas escritas en tarjetas, hablar sobre el entorno escolar, los viajes, la ropa, la comida, etc. En la última actividad se utilizaban parejas de tarjetas con dibujos, los cuales eran parecidos pero con algunas diferencias. Había que enumerar tantas similitudes y diferencias como pudiéramos apreciar y, a continuación, decir para qué se usaría cada objeto.
Como se puede ver, todas las actividades de speaking fomentan la imaginación, la creatividad y el esfuerzo por comunicarse. En un examen es una destreza, en muchas ocasiones, temida. Sin embargo, en el aula, si se preparan las actividades un mínimo y si el ambiente es participativo, la diversión y el aprendizaje están asegurados.
Thanks for reading and happy Christmas! :)