Hi everyone!
Después de la tercera semana de clase en el módulo específico del máster, toca hablar de la quinta sesión de Didáctica. En este caso, el tema central fue la programación. Si tengo que ser sincera, os diré que la programación es una de las partes que menos me atraen de la docencia. Evidentemente, es una perspectiva a priori; quién sabe si no me acabará pareciendo interesante e, incluso, gustando en el futuro. Todos los que queramos dedicarnos a la docencia debemos pasar por la fase de programación. Así que en ello consiste el trabajo que se nos ha pedido hacer esta semana, del que hablaré brevemente más adelante en esta entrada.
La programación, esa fase de la enseñanza que a más de uno nos asusta con sólo oír la palabra. Está claro que no podemos llegar al aula y empezar a improvisar lo que se va a aprender ese día (if only we could...), sino que debemos ir preparados para que el aprendizaje de los alumnos sea eficaz. ¿Qué ocurriría si, por muy bien que diéramos la clase sin haberla preparado, a un alumno le surge una duda que no hemos previsto? It could happen, right? Por eso debemos ser previsores, tanto con los contenidos centrales del tema como con las posibles dudas sobre el temario que puedan tener los alumnos. De ahí la importancia de hacer una buena programación. Pero en ella no sólo debemos tener en cuenta los contenidos; debemos establecer otros aspectos, como los objetivos, las competencias que deben desarrollar los alumnos (de las que he hablado en las entradas anteriores), la metodología utilizada, los recursos y materiales, y la evaluación. Pues bien, en esta quinta sesión de la asignatura se ha dividido el tema de la programación en cinco apartados clave: partes, fases, ámbitos, fuentes y elementos.
El primero de los apartados es el de las partes de la programación. Nos encontramos, por un lado, con la programación didáctica y, por otro, con la programación de aula. La primera es más general que la segunda, dado que se enfoca a programar las clases de un mismo curso y son los profesores del departamento de la asignatura quienes la elaboran. A diferencia de ésta, la programación de aula está enfocada a una clase o grupo determinado y es responsabilidad del profesor que imparte la asignatura en ese grupo. Pongamos un ejemplo: en el primer caso, podríamos decir que el Departamento de Inglés elabora una programación didáctica para 4º de la ESO; en el segundo caso, el profesor González, del Departamento de Inglés, elabora una programación de aula para 4º de la ESO B. Cabe señalar que la programación de aula permite tener en cuenta las necesidades especiales que puedan tener algunos alumnos de un grupo determinado, para adaptar la programación y permitir que obtengan un aprendizaje positivo.
Segundo apartado: las fases de la programación. En este caso, podemos hablar de tres fases, que van desde la tarea más general a la más concreta. La primera sería la programación didáctica, que, como hemos dicho antes, organiza el departamento de cada asignatura. Se caracteriza por programar la enseñanza (y por esto entendamos todos los elementos de una programación) perteneciente a la materia dividiéndola en cada curso. Así, se programaría la asignatura para los distintos cursos de la ESO y Bachillerato. La segunda fase es la programación del curso, caracterizada por centrarse en cada curso de ESO o Bachillerato. Los profesores encargados de dar clase en cada curso determinado deben poner en común los elementos de la programación. Evidentemente, se dan los mismos contenidos y debe evaluarse a todos los alumnos siguiendo los mismos criterios. Y, finalmente, encontramos la programación de aula, que podemos considerar la fase más específica, ya que el profesor responsable de cada grupo programa las sesiones de la asignatura con ese grupo.
A continuación, podemos hablar de los ámbitos de la programación, relativos, una vez más, a la programación didáctica y a la de aula. En el primer caso, la programación se da en el ámbito del departamento. Como he ejemplificado antes, la programación didáctica de Inglés es responsabilidad del Departamento de Inglés, es decir, todos los profesores de la asignatura trabajan en ella. A diferencia de ésta, el ámbito de la programación de aula es la práctica educativa, ya que es en el aula donde se trabaja lo establecido en la programación y cada grupo presenta unas condiciones diferentes. Son esas condiciones (como pueden ser las necesidades especiales de algunos alumnos) las que determinan la práctica y el desarrollo del aprendizaje.
En cuarto lugar, encontramos las fuentes de la programación. Como hemos podido ver en clase de Didáctica, hay cuatro fuentes que debemos tener en cuenta en este apartado. La primera de ellas es la fuente didáctica, como son los documentos de legislación educativa, que nos guían y nos dan pautas para crear una programación acorde con la situación educativa actual. La segunda es la fuente psicológica, ya que es importante observar y analizar el desarrollo de los alumnos en el aula, así como las necesidades específicas que puedan tener con respecto a la asignatura. En tercer lugar, debe tenerse en cuenta el contexto social presente en el centro, algo que también influye en la situación del aula, en la convivencia entre alumnos y profesores y en el aprendizaje. Por último, la fuente epistemológica permite profundizar en los contenidos de la asignatura y en las actividades más eficaces que se puedan realizar con los alumnos en el aula.
Finalmente, debemos considerar los elementos que incluye una buena programación. Antes de su elaboración, los docentes deben tener en cuenta el curso y las necesidades especiales de algunos alumnos. A continuación, una programación didáctica debe contar con una introducción acompañada de una contextualización en la que se encuentra la asignatura. Se deben especificar los siguientes aspectos: objetivos, competencias básicas, metodología, recursos y materiales, contenidos, actividades y evaluación.
Tras ver detenidamente estos apartados en clase, he podido corroborar que la organización en la programación es fundamental. Uno de los aspectos que más interesantes me han parecido es el apartado de las fases, ya que se resalta la necesidad de hacer una programación general para posteriormente centrarse en contextos más específicos (distinción entre programar para todos los cursos, para un curso concreto y para un grupo).
El trabajo grupal que debemos llevar a cabo esta semana consiste en el análisis de una programación didáctica real. En el caso de mi grupo, analizamos una programación de la asignatura de Inglés de un centro educativo de Vigo y enfocada a 2º de la ESO. Debemos leer la programación e identificar los apartados en los que se divide, para después describir cada uno de forma breve. Finalmente, cada grupo compartirá los resultados obtenidos con los demás grupos de clase y con el profesor. Por lo tanto, os hablaré de los resultados obtenidos en mi grupo próximamente.
Por último, antes de terminar esta entrada, me gustaría compartir con vosotros una página que me ha parecido bastante útil. Incluye distintos apartados en los que se encuentran explicaciones relativas a las destrezas que se trabajan en inglés (writing, gramática, vocabulario...), así como otras referencias de interés y ejercicios para practicar. Es posible que algunos ya la conozcáis, pero para quienes no, aquí os la dejo:
http://www.myenglishpages.com/
See you!