Y finalmente, llegamos a la última clase de Didáctica, momento para debatir sobre tres de los aspectos que más deben considerar los profesores hoy en día. Los debates se realizaron primero en pequeños grupos, para posteriormente compartir las opiniones y conclusiones con toda la clase. Se habló sobre tres temas y, a mayores, Luz planteó un cuarto tema. Aunque no se llegó a hablar sobre este cuarto tema en la sesión, incluiré mi opinión al respecto. Vayamos a ello.
1. Uso del libro de texto
Todos estamos acostumbrados al libro de texto, que en muchas ocasiones no sólo es la base del aprendizaje, sino todo el aprendizaje en sí. Soy de las personas que creen que este recurso no debe significar el 100% de la asignatura, sino que es una guía que ayuda al profesor a desarrollar la clase y a los alumnos a organizar los contenidos. Pero, sin actividades planteadas por el docente, el aprendizaje se queda corto. El libro de texto es un muy buen recurso a la hora de introducir la teoría y empezar a practicar los contenidos, pero la práctica que suponen las actividades impulsan considerablemente el aprendizaje de los estudiantes. Así que, en mi opinión, lo ideal sería no abusar del libro de texto ni prescindir de él.
En cuanto al complemento del libro de texto, el workbook, optaría por dejarlo para las tareas que los alumnos deben realizar en casa. Incluso se podría prescindir de él y sustituirlo por ejercicios impresos en papel o proyectados en el aula.
2. Uso de las TIC
A día de hoy, las TIC se están ganando su sitio en el entorno educativo. No podemos negar su enorme utilidad en muchos casos, pero creo que hay determinados casos a los que no se debería llegar. Un ejemplo sería el uso de móviles y tablets en el aula. En cuanto al primero, no soy partidaria de su uso por parte de los alumnos, ya que la atención de éstos al desarrollo de la sesión disminuiría; hay que reconocer que es una distracción que, por si fuera poco, el profesor no puede controlar al tratar con tantas personas en una sola clase. Por otro lado, aunque las tablets pueden suponer una enorme ayuda, e incluso un ahorro del libro de texto, ¿hasta qué punto puedes dar por hecho que todos los alumnos tienen una tablet o puede comprarse una? Por ello trataría de utilizar las TIC en las sesiones, sin necesidad de que todos los alumnos contaran con un elemento tecnológico propio.
En cuanto a la utilidad de las TIC, una de las mayores ventajas que tienen es, en mi opinión, la posibilidad de acceder a material real. Aunque el material adaptado no deja de ser útil en el contexto académico, el uso de material real ayuda a los alumnos a acostumbrarse a tratar con información que podrían encontrar en distintos ámbitos fuera del académico.
3. Lengua materna vs. lengua extranjera
Otro gran dilema a la hora de dar clase. ¿Hablo en español o en inglés? Creo que debemos tener en cuenta si se trata de la primera lengua extranjera o la segunda, por lo que lo plantearía de dos formas distintas. En caso de ser la primera lengua extranjera, trataría de hablar inglés todo lo posible, para fomentar la conocida inmersión lingüística. Por supuesto, hay casos en los que no queda más remedio que utilizar la lengua materna, para recurrir a explicaciones o, incluso, traducciones. Eso sí, lo haría en casos, digamos, "extremos". Por otro lado, si se trata de la segunda lengua extranjera, intentaría hacer una inmersión lingüística más progresiva, sin utilizar el idioma con tanta frecuencia, pero sin olvidar aumentar su uso poco a poco. Y, por supuesto, no debemos olvidar el nivel. Con los alumnos de 1º y 2º de ESO utilizaría más la lengua extranjera, aunque la presencia de la lengua materna no sería demasiado baja. Sin embargo, en los cursos más altos, intentaría que el uso del inglés fuera mayoritario.
4. Redes sociales y contacto con los padres
En cuanto a este tema, reconozco que las redes sociales podrían aumentar la comunicación con los padres de los alumnos. Aun así, no termina de convencerme la idea que algunos padres tienen de que los profesores deben informar sobre los deberes y trabajos de los alumnos mediante, por ejemplo, correo electrónico. A diferencia del contacto con los padres para fines como informarse sobre el rendimiento del alumno o similares, la información sobre las actividades diarias del alumno no son algo que el profesor pueda controlar. Son muchos los estudiantes a los que da clase un docente y esa responsabilidad es de cada alumno. Creo que los profesores deben ayudar a que estas diferencias se vean claras, para evitar situaciones incómodas.
Y hasta aquí la última entrada sobre la asignatura de Didáctica.
Thanks again for reading! :)
Laura
1. Uso del libro de texto
Todos estamos acostumbrados al libro de texto, que en muchas ocasiones no sólo es la base del aprendizaje, sino todo el aprendizaje en sí. Soy de las personas que creen que este recurso no debe significar el 100% de la asignatura, sino que es una guía que ayuda al profesor a desarrollar la clase y a los alumnos a organizar los contenidos. Pero, sin actividades planteadas por el docente, el aprendizaje se queda corto. El libro de texto es un muy buen recurso a la hora de introducir la teoría y empezar a practicar los contenidos, pero la práctica que suponen las actividades impulsan considerablemente el aprendizaje de los estudiantes. Así que, en mi opinión, lo ideal sería no abusar del libro de texto ni prescindir de él.
En cuanto al complemento del libro de texto, el workbook, optaría por dejarlo para las tareas que los alumnos deben realizar en casa. Incluso se podría prescindir de él y sustituirlo por ejercicios impresos en papel o proyectados en el aula.
2. Uso de las TIC
A día de hoy, las TIC se están ganando su sitio en el entorno educativo. No podemos negar su enorme utilidad en muchos casos, pero creo que hay determinados casos a los que no se debería llegar. Un ejemplo sería el uso de móviles y tablets en el aula. En cuanto al primero, no soy partidaria de su uso por parte de los alumnos, ya que la atención de éstos al desarrollo de la sesión disminuiría; hay que reconocer que es una distracción que, por si fuera poco, el profesor no puede controlar al tratar con tantas personas en una sola clase. Por otro lado, aunque las tablets pueden suponer una enorme ayuda, e incluso un ahorro del libro de texto, ¿hasta qué punto puedes dar por hecho que todos los alumnos tienen una tablet o puede comprarse una? Por ello trataría de utilizar las TIC en las sesiones, sin necesidad de que todos los alumnos contaran con un elemento tecnológico propio.
En cuanto a la utilidad de las TIC, una de las mayores ventajas que tienen es, en mi opinión, la posibilidad de acceder a material real. Aunque el material adaptado no deja de ser útil en el contexto académico, el uso de material real ayuda a los alumnos a acostumbrarse a tratar con información que podrían encontrar en distintos ámbitos fuera del académico.
3. Lengua materna vs. lengua extranjera
Otro gran dilema a la hora de dar clase. ¿Hablo en español o en inglés? Creo que debemos tener en cuenta si se trata de la primera lengua extranjera o la segunda, por lo que lo plantearía de dos formas distintas. En caso de ser la primera lengua extranjera, trataría de hablar inglés todo lo posible, para fomentar la conocida inmersión lingüística. Por supuesto, hay casos en los que no queda más remedio que utilizar la lengua materna, para recurrir a explicaciones o, incluso, traducciones. Eso sí, lo haría en casos, digamos, "extremos". Por otro lado, si se trata de la segunda lengua extranjera, intentaría hacer una inmersión lingüística más progresiva, sin utilizar el idioma con tanta frecuencia, pero sin olvidar aumentar su uso poco a poco. Y, por supuesto, no debemos olvidar el nivel. Con los alumnos de 1º y 2º de ESO utilizaría más la lengua extranjera, aunque la presencia de la lengua materna no sería demasiado baja. Sin embargo, en los cursos más altos, intentaría que el uso del inglés fuera mayoritario.
4. Redes sociales y contacto con los padres
En cuanto a este tema, reconozco que las redes sociales podrían aumentar la comunicación con los padres de los alumnos. Aun así, no termina de convencerme la idea que algunos padres tienen de que los profesores deben informar sobre los deberes y trabajos de los alumnos mediante, por ejemplo, correo electrónico. A diferencia del contacto con los padres para fines como informarse sobre el rendimiento del alumno o similares, la información sobre las actividades diarias del alumno no son algo que el profesor pueda controlar. Son muchos los estudiantes a los que da clase un docente y esa responsabilidad es de cada alumno. Creo que los profesores deben ayudar a que estas diferencias se vean claras, para evitar situaciones incómodas.
Y hasta aquí la última entrada sobre la asignatura de Didáctica.
Thanks again for reading! :)
Laura